La compañía de Mountain View está alentando a negocios de todos los tamaños a considerar ChromeOS Flex como una alternativa a Windows 11, una vez que Windows 10 deje de recibir parches de software. Una decisión que no solo extenderá la vida útil de los equipos, independientemente de las capacidades de su hardware, sino que además evitará que se generen desechos electrónicos.
De acuerdo con estimaciones que se publicaron en diciembre de 2023, el fin del soporte a Windows 10 convertirá unos 240 millones de ordenadores en basura. Esto, debido a su incapacidad de actualizarse a Windows 11. Para tomar dimensión del problema que ello representa, dicha cantidad de equipos equivaldría a unas 480.000 toneladas de chatarra electrónica.
Google apunta a que la expansión de ChromeOS Flex puede ayudar a evitar que ello suceda. «Con ChromeOS Flex, las empresas pueden instalar un nuevo sistema operativo que se actualiza automáticamente en su flota existente de dispositivos Windows. Esto moderniza los dispositivos, extiende su vida útil y los mantiene fuera de los vertederos, reduce su superficie de ataque y ahorra costos de actualización de hardware», afirman los californianos.
Claro que Google también ve en el fin de ciclo de Windows 10 una vía rápida para ampliar la cuota de mercado de ChromeOS. Si bien es cierto que Chrome OS Flex no es exactamente igual al sistema operativo de los Chromebooks, sí comparte sus funciones núcleo. Además, es gratuito y sus requisitos de hardware son bajísimos.
Google quiere aprovechar el fin de Windows 10 para ganar mercado con ChromeOS Flex

ChromeOS Flex se anunció en 2022 como un sistema operativo capaz de darle nueva vida a prácticamente cualquier Mac o PC con Windows. El proceso de instalación es realmente sencillo, puesto que solo necesitas descargar la imagen del software y crear un USB booteable para ejecutarlo.
Como mencionamos previamente, uno de los grandes atractivos de ChromeOS Flex es que funciona con equipos con hardware muy limitado. Lo único que se necesita es un ordenador con un procesador x86 de 64 bits (Intel o AMD), 4 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno. También se requiere de acceso pleno como administrador a la BIOS y que el PC pueda bootear desde una unidad USB.
La gran mayoría de los equipos que hoy ejecutan Windows 10 exceden con holgura esas especificaciones. Por ende, Google considera que una migración a ChromeOS Flex será mucho más sencilla; especialmente en entornos donde se ejecutan muchos equipos, como en una empresa.
Windows es, fuera de toda discusión, el rey de los sistemas operativos a nivel mundial con el 73 % de la cuota de mercado. Windows 10 es la versión más usada, con el 66,45 % del share. ChromeOS, en tanto, tiene una presencia marginal en el sector del software de escritorio.
De acuerdo con Statcounter, el SO de los Chromebooks acaparó apenas el 1,78 % del mercado en enero de 2024. Una baja considerable, considerando que en octubre de 2023 ostentaba el 4,1 %. Por ende, incentivar a quienes usan Windows 10 a cambiarse a ChromeOS Flex es una estrategia para tratar de escalar rápidamente su presencia global. Ya veremos si da resultados.
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